La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) expresa su repudio a las amenazas de muerte sufridas por el cronista de Infobae, Juan Cruz Sanz.
Según la información disponible, hace una semana, Sanz recibió de parte de una fuente datos según los cuales podía ser víctima de un ataque como consecuencia de su labor periodística en relación al caso del Fiscal Nisman.
Este hecho constituye una indudable limitación al ejercicio de la libertad de expresión y de prensa garantizado por nuestra Constitución Nacional y los Tratados Internacionales que la integran.
Recordamos que la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos preceptúa que “el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.”
Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ante el caso del periodista Damián Pachter, quien el 24 de enero de este año debió autoexiliarse al sentirse amenazado luego de dar la primicia de la muerte de Nisman, exhortó mediante un comunicado al estado argentino a “adoptar medidas de protección efectivas destinadas a garantizar la vida e integridad del periodista Damián Pachter, a investigar los hechos denunciados, y a garantizar el trabajo de la prensa en el contexto de la cobertura de este caso de tan alto interés público” y reiteró que “el ejercicio periodístico sólo puede efectuarse libremente cuando las personas que lo realizan no son víctimas de amenazas ni de agresiones físicas, psíquicas o morales u otros actos de hostigamiento” Entendemos que los mismos conceptos son de aplicación ante las amenazas a Sanz.
LED emitió este 17 de febrero un comunicado manifestando su preocupación por la situación de la periodista Teresita Dussart, quien solicitó protección consular a la Embajada de Bélgica, luego de ser hostigada desde distintos medios con línea editorial afín al gobierno por haber revelado detalles de la causa Nisman.
También es oportuno recordar el robo sufrido el último 9 de febrero por el periodista Andrés Fidanza, quien investigaba para un medio digital el mismo caso y al que le sustrajeron material de trabajo.
Todos estos hechos forman parte de una escalada de intolerancia hacia la prensa que ha recrudecido durante el último mes. Es fundamental que el Estado actué de manera clara y contundente para garantizar la seguridad y el libre ejercicio de su profesión a todos los periodistas de nuestro país, tal cual lo han requerido los organismos internacionales.
La Fundación LED reitera la necesidad de que se respete el trabajo de la prensa como una condición indispensable para la consolidación de una sociedad democrática e insiste en la importancia que tiene el rol del Estado para que la libertad de expresión sea un derecho de vigencia plena.
21/02/2015