La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) reitera su profunda preocupación y expresa su más enérgico repudio ante las detenciones de los periodistas Gonzalo Domínguez Loeda, Leonardo Muñoz y Maurén Barriga Vargas, quienes fueron arrestados ayer miércoles en Caracas, Venezuela, por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
En primer lugar fueron detenidos el fotógrafo colombiano Leonardo Muñoz y su conductor José Salas, interceptados en la calle; y luego los otros dos periodistas, que fueron arrestados por el Sebin en la delegación de la agencia española en Caracas, en presencia de la delegada y de los abogados de Efe. Según explicaron lo sucedido desde la agencia: “los agentes del SEBIN y DGCIM ordenaron a Domínguez Muñoz y Barriga que los acompañaran al hotel donde se alojan para tomar sus pertenencias y los llevaron detenidos para interrogarlos”.
Los periodistas habían ingresado a Venezuela el pasado 24 de enero e informaron de la tarea periodística que iban a cumplir, con lo cual desde la agencia se ha negado que hubieran entrado al país irregularmente, como han sugerido las autoridades venezolanas. «Se identificaron en el aeropuerto como periodistas y fueron interrogados» por el Sebin, ha explicado Fernando Garea, presidente de Efe.
A la vez, también se conoció la retención de los periodistas de la Televisión Nacional de Chile, Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, mientras cubrían una movilización en apoyo al Nicolás Maduro, en las inmediaciones del Palacio de Miraflores. Al igual que estos trabajadores de prensa, fueron detenidos sus colegas venezolanos Maiker Yriarte y Ana Rodríguez, y sus pares franceses Pierre Caillet y Baptiste des Monstiers, reporteros del canal francés TMC.
Desde numerosos organismos internacionales han solicitado la inmediata liberación de los reporteros. Tal es el caso de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, quien en una rueda de prensa expresó que: «La UE exige la liberación de todos los periodistas detenidos sin motivo. Llamo personalmente a la liberación de los periodistas. Todos los periodistas deben poder ejercer su profesión» y agregó: “Para la Unión Europea es extremadamente que los periodistas sean libres en el ejercicio de su trabajo” (SIC)
Por su parte el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia declaró: «Exigimos su liberación y estamos haciendo todo lo posible para obtenerla en el plazo más breve».
En el mismo sentido, el Gobierno español le exigió a las autoridades venezolanas la inmediata liberación de los tres periodistas detenidos y emitió un comunicado donde pidió que se respeten: “el Estado de Derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales”, y recuerdan que “la libertad de prensa es un elemento central para mantener vivos estos principios”.
Por otra parte, Reporteros Sin Fronteras denunció que: “la censura de los medios de comunicación no gubernamentales es cada vez más flagrante y preocupante. En las últimas semanas se han registrado actos violentos de las fuerzas del orden contra periodistas que cubrían las manifestaciones, detenciones, confiscación de equipos, cortes de internet, e incluso la prohibición de programas informativos”.
En este contexto, la Fundación LED se suma a los llamados de atención internacionales recordando que ha hecho pública su preocupación en reiteradas oportunidades por el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en ese país, en especial cuando se ha atacado a medios y trabajadores de prensa, como las demandas civiles contra diarios y portales digitales o el bloqueo de sitios web argentinos (http://www.fundacionled.org/
Como ya fue expresado en reiteradas oportunidades, acontecimientos como los que se repiten en Venezuela constituyen serios obstáculos a la libertad de prensa y de expresión, derechos tutelados por los tratados internacionales vigentes en la materia.
Al respecto, es conveniente volver a recordar que la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la OEA establece taxativamente que “el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada”.
La Fundación LED se solidariza con el pueblo venezolano y con los trabajadores de prensa que ven impedida su labor y reitera su profundo rechazo a las medidas tomadas por el régimen Maduro dado que constituyen una vulneración de los derechos democráticos fundamentales de todos los ciudadanos de ese país. Y reafirmamos nuestro compromiso para trabajar con los organismos y organizaciones de la región a fin de restablecer el estado de derecho en el país vecino.