La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) reitera la necesidad de que medios y periodistas sean respetados por quienes ejercen la función pública como único camino para lograr un debate saludable en nuestra sociedad. En los últimos días las palabras del Presidente de la Nación al referirse a medios y periodistas tomaron una dimensión preocupante.
A través de redes sociales o en la arena de un mitin partidario se utilizaron términos muy agraviantes hacia el periodismo en general. El pasado 28 de septiembre durante un encuentro de militantes de La Libertad Avanza se corearon insultos contra la prensa. Luego desde las redes sociales el Presidente Milei se hizo eco de los cuestionamientos más agraviantes y a su vez calificó de “pasquín” al Diario La Nación.
Es de señalar que, de acuerdo con el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, en su 21ra edición, el término “pasquín” significa “escrito anónimo que se fija en sitio público con expresiones satíricas contra el Gobierno o contra una persona particular o corporación determinada”. Esta descalificación a un medio con más de 150 años de historia, cuyas editoriales y notas son firmadas por prestigiosos editores y periodistas, no solo no corresponde, sino que recuerda a los peores ataques que gobiernos anteriores desplegaron contra el mismo periódico.
En declaraciones anteriores, esta Fundación ha dicho que el debate público es una herramienta indispensable para el desarrollo de una sociedad democrática ya que la libre circulación de ideas y opiniones constituyen el sustento de un debate robusto y constructivo que permita a todos los ciudadanos conocer los distintos puntos de vista sobre la realidad que coexisten en nuestro país.
Asimismo lo ha expresado la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) en base a la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Suprema de Justicia de Justicia de la Nación, al afirmar que “En la convivencia democrática todas las expresiones son válidas y deben ser respetadas; sin embargo, quienes de manera circunstancial ejercen funciones que los colocan en una situación de poder tienen la obligación de ser cautos y criteriosos a la hora de pronunciarse, ya que su palabra no expresa sólo una posición personal y puede ser interpretada como un intento de presión sobre quienes tienen una visión crítica de las acciones de gobierno”, . “La asimetría de poder (entre un presidente y un/a periodista) hace que el peso de la réplica del funcionario pueda generar autocensura por parte del/la afectado/a o de alguno de sus colegas”
La Fundación LED seguirá planteando en todo foro en el que participe que la diversidad de ideas y opiniones y su circulación sin restricciones son la base imprescindible para la vigencia de un debate público vigoroso y respetuoso, elemento fundamental para las democracias robustas.