La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) manifiesta su preocupación por distintas declaraciones de funcionarios nacionales, Senadores de la Nación, y por la existencia de varios proyectos presentados en distintas cámaras legislativas provinciales y en el Congreso de la Nación, mediante los cuales se analiza regular los contenidos que circulan por diversas plataformas de internet.
LED ha alertado en las últimas semanas sobre una serie de proyectos legislativos en distintas provincias y a nivel nacional que con la intención de controlar la difusión de noticias falsas (fake news) proponen estrategias y acciones que pueden resultar limitantes del derecho a la libertad de expresión y de prensa y el acceso a la información por parte de los ciudadanos.
Todas estas acciones son condicionantes del principio de neutralidad, una de las principales herramientas para mantener a internet como un espacio abierto y libre, en el cual las ideas y la información puedan circular libremente y sin condicionamientos como una garantía del ejercicio de derechos fundamentales.
En este contexto y según un posteo de la cuenta oficial de la Televisión Pública, un funcionario del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), habría anunciado que se “regulará el funcionamiento de los portales de noticias de internet para detectar noticias falsas”.
La información fue oportunamente desmentida por el Presidente del organismo, quien aclaro que no hay ningún proyecto en el Ente a su cargo para regular los portales de noticias. Esta aclaración lleva tranquilidad a las organizaciones que monitorean el ejercicio de la libertad de expresión en el país, que a través de distintas expresiones se hicieron eco del riesgo que esto implicaría. De todas formas, y a raíz de los proyectos que circulan en el ámbito legislativo de distintas jurisdicciones, como Mendoza o la HCDN volvemos a ratificar la importancia de un debate multidisciplinario y profundo sobre la delimitación y el alcance del tratamiento de este tipo de contenidos falsos, o fake news.
Como ha expresado LED en reiteradas declaraciones e informes, las noticias falsas (fake news), son un fenómeno altamente perjudicial para las sociedades democráticas, más aún en medio de una pandemia como la del COVID19 que pone en riesgo a los sistemas sanitarios de todos del mundo.
Enfrentar este desafío es una obligación de los estados, sin embargo ello no se puede hacer a costa de restringir derechos y garantías plasmados en nuestra Constitución Nacional y en los Tratados Internacionales que la integran.
Por un lado debe establecerse la diferenciación entre la desinformación o información engañosa y la información maliciosa. El tratamiento de la información engañosa o desinformación debe hacerse con las mismas herramientas que en los medios gráficos o audiovisuales, con respeto por la libertad de expresión y sin censura previa. La información maliciosa, destinada a dañar con conocimiento e intención está por su parte alcanzada por las normas dispuestas en los códigos civil y penal, sujeta a la responsabilidades ulteriores.
Por otra parte, es bueno recordar, que existen contenidos que claramente marcan un límite a la libertad de expresión como lo son la pedofilia, conductas criminales como grooming o acoso, incitación a la violencia contenidos, y están negados tanto para internet como para cualquier otra publicación o medio.
La regulación de contenidos informativos de los portales de noticias web, por control gubernamental, es una propuesta contraria a los parámetros que establecen organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
Recordamos que ambos organismos, mediante una Declaración Conjunta de sus Relatores Especiales en el año 2017, establecieron que “los estados únicamente podrán establecer restricciones al derecho de libertad de expresión de conformidad con el test previsto en el derecho internacional para tales restricciones, que exige que estén estipuladas en la ley” y que “las prohibiciones generales de difusión de información basadas en conceptos imprecisos y ambiguos, incluidos «noticias falsas» («fake news») o «información no objetiva», son incompatibles con los estándares internacionales sobre restricciones a la libertad de expresión.”
LED insiste en que durante el contexto de una crisis sanitaria como la que atravesamos es más necesario que nunca mantener y fomentar un ecosistema robusto de información, para lo cual la vigencia plena de los principios de libertad de expresión y de prensa, y de acceso a la información por parte de los ciudadanos son indispensables. Seguiremos trabajando en la difusión y defensa de esto valores, al tiempo que analizamos la evolución de los acontecimientos que dan origen a esta declaración.