La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) manifiesta preocupación por la delicada situación que atraviesan los medios gráficos venezolanos debido a las restricciones para importar papel periódico impuestas por el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro a diferentes diarios independientes.
Desde fines del mes de enero de 2014 los periódicos “El Nacional”, “El impulso” y “El Nuevo País” han denunciado la grave crisis por la que atraviesan, al haberse impuesto desde el gobierno trabas en la adquisición de los dólares necesarios para comprar el papel en el cual imprimen sus ejemplares. Un gran número de los diarios de Venezuela importan su papel de empresas canadienses y para ello necesitan comprar divisas, lo cual viene siendo limitado por el gobierno venezolano desde hace 11 años.
Esta restricción provocó que periodistas y estudiantes de periodismo venezolanos efectuaran diversas protestas en Caracas para exigir al gobierno que ponga a la venta dólares a fin de que los periódicos puedan importar el papel, luego de que nueve diarios regionales clausuraran sus operaciones, y en momentos en que esta crisis empieza a afectar a algunos de los grandes medios nacionales.
Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario El Nacional, señaló que “la escasez de papel para nuestros medios impresos se ha vuelto viral en todos los periódicos de Venezuela”.[1]Otero indicó además que nueve rotativos del interior han cerrado, siete tenían inventarios reducidos y podrían circular hasta febrero y otros siete han reducido “de manera dramática” la cantidad de páginas para seguir en la calle.
Ante esta gravísima situación, los periódicos de la región se han solidarizado para enviar cargamentos de papel en resguardo del ejercicio del derecho de libertad de prensa.
No obstante ello, los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana demoraron, el pasado 2 de abril, la entrada al país del papel periódico que enviaron diarios colombianos a El Impulso, El Nacional y el Nuevo País.
Estas acciones por parte del Gobierno Venezolano, constituyen pautas y directrices regulatorias que caracterizan a los regímenes autoritarios alejados de los valores democráticos a los que toda sociedad aspira.
Como ya hemos expresado en reiteradas oportunidades, este tipo de acciones, en las cuales el gobierno utiliza los mecanismos institucionales del Estado para coercionar a quienes piensan diferente son claras demostraciones de autoritarismo y desafortunadamente se están volviendo cada vez más frecuentes en los países de la región.
La amenaza de erradicación del principal insumo para la publicación de medios gráficos constituye un fuerte y directo ataque a la libertad de expresión y de prensa.
El hecho que repudiamos constituye una acción llevada a cabo por el Gobierno de Venezuela que viola categóricamente el artículo 13° inc. 3. de la CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, el cual se establece que: “No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.”
Desde la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia), continuaremos en la tarea de dar visibilidad y advertir sobre hechos de estas características que afectan el respeto al derecho de libertad de expresión y la plena vigencia de la democracia en la región.