La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) expresa su rechazo a la actitud de algunos dirigentes sindicales que durante la conferencia de prensa posterior al paro general del día 10 de abril del corriente rechazaron o minimizaron las preguntas de los periodistas Marina Hermoso de CN23 y Néstor Dib de C5N, en función de los medios para los que se desempeñaban.
Este tipo de hechos, que lamentablemente no son nuevos en nuestro país y sobre los cuales nos hemos manifestado en distintas ocasiones, son una clara demostración de la falta de madurez democrática que existe en gran parte de la dirigencia de nuestro país y constituyen sin duda una limitación al ejercicio pleno de la libertad de prensa.
Cuestionar la idoneidad de un trabajador de prensa por el hecho de trabajar en un medio determinado constituye un claro acto de sectarismo y atenta contra la posibilidad de que los ciudadanos reciban opiniones diversas sobre un tema determinado.
Desafortunadamente en los últimos años se ha acumulado una larga lista de funcionarios públicos que han incurrido en actitudes similares. La calificación de “esbirros” utilizada por el Vicepresidente de la Nación para referirse a los periodistas de un determinado medio, o la restricción a ingresar a una conferencia de prensa de la Ministra de Industria de la Nación en Brasil por ser corresponsal de un diario que no sigue la línea editorial del gobierno son algunos de los casos más notables de este fenómeno.
La Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la OEA establece claramente que “todas las personas deben contar con igualdad de oportunidades para recibir, buscar e impartir información por cualquier medio de comunicación sin discriminación, por ningún motivo…”.
Para lograr que de manera definitiva se cumpla en nuestro país con lo que establecen la Constitución Nacional y los Tratados Internaciones que la integran es necesario que asumamos el disenso y la diversidad como piezas fundamentales de la conformación de una sociedad plural.
Recientemente el Sumo Pontífice nos ha recordado que “la dictadura del pensamiento único mata la libertad de los pueblos”. Trabajemos en conjunto como sociedad para terminar con la visión unívoca de la realidad consolidando la libertad de expresión como garantía de la vigencia plena de los derechos humanos.
11/04/2014