El candidato a Presidente y actual Diputado Nacional, Javier Milei, amenazó al periodista Facundo Pastor por un informe que este difundiera.
En los últimos días varios medios y periodistas comenzaron a dar cuenta de una grave version que refería que el candidato a Presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, habría agredido y amenazado al periodista Facundo Pastor en los pasillos del canal América.
Luego de que el incidente tomara amplia difusión el propio periodista aclaró lo sucedido. Según su versión el hecho tuvo lugar meses atrás cuando salía de un estudio del canal mencionado y se cruzó en el pasillo con el candidato libertario. Al intentar saludarlo Milei le habría negado, de forma brusca, el saludo para luego amenazarlo diciendo: “si llego a ser presidente no vas a trabajar en la p… vida”, acusándolo de “ensobrado” insinuando que el profesional recibiría dinero a cambio de difundir informes falaces. El hecho se habría suscitado a raíz de un informe que Pastor elaboró en función de las versiones que indicaban que el candidato cobrara por los lugares en sus listas legislativas.
Este tipo de amenazas por parte de un funcionario que aspira a la Primera Magistratura de la Nación constituyen una severa limitación al ejercicio de la libertad de expresión y de prensa y del derecho al acceso a la información por parte de los ciudadanos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que “es inadmisible la imposición de presiones económicas o políticas por parte de sectores de poder económico y/o del Estado con el objetivo de influenciar o limitar tanto la expresión de las personas como de los medios de comunicación.” Y que “el uso de poderes para limitar la expresión de ideas se presta al abuso, ya que al acallar ideas y opiniones impopulares o críticas se restringe el debate que es fundamental para el funcionamiento eficaz de las instituciones democráticas.” Por otro lado la CIDH ha establecido que la amenaza a periodistas y medios “busca ser una herramienta de intimidación, mediante la cual se envía un claro mensaje para todas aquellas personas de la sociedad civil que realizan tareas de investigación sobre irregularidades en la gestión pública. Esta práctica busca que la prensa como mecanismo de control, guarde silencio o se haga cómplice de aquellas personas o instituciones que realizan actos o hechos abusivos o ilegales. En última instancia, lo que se busca es impedir a toda costa que la sociedad sea informada de estos acontecimientos.”
LED se solidariza con el periodista afectado, dará seguimiento al caso, por su gravedad lo pondrá en conocimiento de los organismos internacionales especializados y continuará su labor para que toda la sociedad y en particular quienes ejercen o aspiran a ejercer la función pública comprendan el rol fundamental que tiene la labor de la prensa en le desarrollo de una sociedad democrática.