La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) manifiesta su profunda preocupación por los cuestionamientos y el eventual intento de censura a la serie “El Encargado” protagonizada por Guillermo Francella y emitida por la señal Star+.
La serie en cuestión relata la vida cotidiana de Eliseo, un encargado de edificio, personificado por el afamado actor, luego de que el programa saliera al aire el pasado 26 de octubre se han sucedido una serie de acontecimientos preocupantes que configuran limitaciones al ejercicio del derecho a la libertad de expresión consagrado en nuestra Constitución Nacional y en los Tratados Internacionales que la integran.
Por un parte la Asociación de Encargados, encabezada por Diego Trejo, emitió un comunicado que en durísimos términos cuestiona la serie de ficción llegando a repudiar su contenido calificándolo de “nefasto”. Al mismo tiempo se conoció un intento de la titular del INADI, Victoria Donda, de llevar adelante gestiones informales para atemperar el ánimo de la organización, en una actitud que convalida el inaceptable accionar de la representación gremial. Finalmente y por distintas informaciones periodísticas se conoció que el titular del SUTERH (Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal) la principal organización gremial que nuclea a encargados de edificio, Víctor Santa María, habría prohibido que se realicen notas, críticas o comentarios de la serie en cualquiera de los medios del Grupo Octubre bajo su control.
Estas actitudes parecen desconocer los más elementales principios sobre libertad de expresión y de prensa, son incompatibles con la vigencia plena de la democracia y van en contra de los mínimos estándares de Derechos Humanos a los que nuestro país adhiere.
Cuestionar o intentar silenciar una expresión artística de cualquier tenor es inaceptable en un estado de derecho, y más aún cuando claramente se trata de una ficción en la cual actores, guionistas y productores vuelcan su creatividad y su talento para que sea el público el que determine el valor que ese producto cultural tiene para la sociedad.
La Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre Derechos Culturales, dependiente del Alto Comisionado de Derechos Humanos, es enfática al establecer que la “libertad de expresión artística” comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, «en forma artística», el derecho «a gozar de las artes» y de la creatividad de los otros, y comprende también obligaciones por los Estados de respetar la indispensable libertad para… la actividad creativa», equiparando la importancia de las expresiones artísticas a la de todas las amparadas por el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
LED se solidariza con los actores y productores afectados, dará seguimiento al caso y seguirá trabajando para que el Estado, las organizaciones de la sociedad civil y el conjunto de los argentinos comprendan que solo la más absoluta libertad para expresarnos permitirá consolidar una democracia robusta.